martes, 17 de marzo de 2009
jueves, 11 de octubre de 2007
Consejos de un ex policía
¿Cómo esconder correctamente tu Marihuana para que no te atrapen?
El ex policía Barry Cooper ha sacado un DVD de los que muchos de ustedes, mis queridos lectores, de seguro le gustaría tener. |
El mismo enseña de una manera muy completa, cómo esconder tu marihuana en el auto ó camioneta de forma que no la encuentren ni siquiera los perros anti drogas.
- Aquí tienen una muestra del DVD, presten atención, este tipo sabe de lo que habla:
- url del video: http://www.liveleak.com/view?i=cae_1191274792
La mariguana te hace más inteligente
He visto tantos artículos de que la marihuana te hace mas lento, de que la marihuana te hace mas tonto, de que la marihuana hace esto ó lo otro. Bueno, quieren la verdad?
Un estudio reciente sobre los efectos de la Marihuana en el Coeficiente Intelectual (IQ) revela que los medios de comunicacion son tontos.
El estudio, publicado en el Canadian Medical Association Journal, investigo si la Marihuana disminuia el nivel de inteligencia en los usuarios, el estudio fue practicamente ignorado por los medios de comunicacion americanos mientras que en Canada los resultados parecen depender de los titulares del periodico que uno lee.
La mayoria de los titulares sobre el estudio dijeron algo asi como “Los porreros se vuelven tontos” (Toronto Sun) ó “La Marihuana pudre tu cerebro” (Edmonton Sun), en cambio algunos periodicos informaban lo contrario, anunciando que “La Marihuana no te vuelve tonto” (Calgary Herald) ó “Fumar Marihuana, sin peligro para el IQ” (Globe&Mail).
Que un solo estudio pueda producir titulares tan diferentes dice mas de la integridad de los medios de comunicacion que del estudio mismo.
El estudio fue llevado a cabo de la siguiente manera:
Se reunió a un grupo de jovenes adultos de clase media consistente en no-fumadores, fumadores ocasionales y fumadores habituales, los fumadores ocasionales eran aquellos que fumaban menos de 5 porros por semana, los fumadores habituales una media de 33 porros por semana, los investigadores analizaron muestras de orina para confirmar el uso de Marihuana ó la abstinencia.
Todos los que tomaron parte en el estudio se sometieron a tests de IQ a una edad comprendida entre los 9 y 12 años, este grupo continuo sometiendose a tests para determinar de que forma el consumo de Marihuana afectaria a lo largo de la vida a su IQ, los investigadores encontraron que los no-fumadores mantenian su nivel de IQ ó se incrementaba ligeramente, los fumadores ocasionales obtuvieron un incremento medio de 5 puntos en el nivel de IQ, mas que los no-fumadores, los fumadores habituales perdieron una media de 4 puntos.
El estudio mostro que despues de abstenerse de fumar Marihuana durante tres meses, las diferencias de nivel de IQ entre los tres grupos desaparecia.
El estudio fue dirigido por el Doctor Paul Fried de la Universidad de Carleton en Ottawa, quien dijo a los medios de comunicacion que necesitaban ser muy cautelosos con los resultados.
Lo que este estudio parece mostrar es que el uso moderado de Cannabis produce un incremento en el nivel de inteligencia mientras que el uso continuado lo disminuye, ademas, el estudio muestra que incluso el uso continuado y en grandes dosis no produce daños permanentes a la inteligencia.
Este estudio rebate la propaganda prohibicionista sobre Juventud y uso de Marihuana, que aquellos que fumaban 5 porros por semana vieran incrementado los resultados de los tests indica que el Cannabis podria tener efectos estimulantes para el aprendizaje y la comprension, y que tanto los beneficios para fumadores moderados como los perjuicios para los fumadores habituales en el cerebro son temporales, pues muestra que los efectos del Cannabis en el cerebro son facilmente reversibles, incluso entre los que consumen altas dosis durante un largo periodo de tiempo.
Entretanto, un estudio independiente del anterior, sobre el uso de Marihuana y Capacidad Cognitiva llevado a cabo en los USA mostro resultados similares, dirigido por el Doctor Constantine Lyketsos de la Universidad John Hopkins de Baltimore, el estudio analizo los resultados de los tests de mas de 1300 adultos en un test llamado The Mini-Mental State Examination.
En un articulo publicado en el American Journal of Epidemiology en el mes de Abril se compararon los tests realizados con un espacio de tiempo de 11 años y medio, los autores encontraron que tanto los grupos de fumadores moderados como los habituales mostraban un declive de la capacidad cognitiva relacionada con la edad igual ó menor que los no-fumadores.
Marihuana: el vuelo prohibído
El Ciudadano apostó por cruzar el velo del periodismo simplista y buscar las certezas científicas que existen acerca de esta planta, además unas cuantas charlas con harto humo, con algunos cultivadores y activistas dan cuenta que, sin embargo, se mueve.
Una breve nota de la Revista Médica de Chile, fechada en 1880, da cuenta del éxito del tratamiento por medio de inhalaciones de Cannabis, usado por el doctor Khastagir en la India, quien “dice haber curado 5 casos de tétanos traumáticos con inhalaciones de Cannabis índica”. Se detalla el procedimiento: “Se llena una pipa ordinaria con 0,4 a 0,65 centígramos de cáñamo de la India, solo o mezclado con el doble o cuádruple de su capacidad de tabaco. Se invita al enfermo a que fume esta mezcla tan luego como principien los espasmos y continuar hasta que terminen, lo que sucede pronto. En seguida el enfermo parece embriagado e inclinado a dormir ; se le deja solo i se prepara de nuevo la pipa para usarla otra vez”. Más adelante agrega que “Se cree que el cáñamo de la India tiene por efecto impedir las contracciones rígidas de los músculos respiratorios, y por consiguiente, impedir la asfixia, que es en la mayor parte de los casos la causa de la muerte” (Pág. 90). Un año después hay otra crónica sobre las “Propiedades medicinales del indiam hemp o haschisch”. Esta vez se le recomienda para el tratamiento de las afecciones uterinas (Pág. 220).
Se hablaba del cáñamo igual que cualquier otro remedio de la época. Así de simple, sin complejos ni estigmatizaciones. 127 años después, habiéndose descubierto muchas más propiedades medicinales del cannabis, no se encuentra artículo alguno de ello en la misma Revista Médica y los únicos galenos consultados por los medios de prensa tradicionales insisten en las propiedades adictivas de una planta de usos milenarios, sin ningún estudio científico serio de apoyo.
El Ciudadano apostó por cruzar el velo del periodismo simplista y buscar las certezas científicas que existen acerca de esta planta, además unas cuantas charlas con harto humo, con algunos cultivadores y activistas dan cuenta que, sin embargo, se mueve.
JARDINEROS
Juan Pipe lleva 4 años desde que prefirió procurarse él mismo su dosis de cannabis. “Cultivo porque tuve muchas malas experiencias con carabineros y vendedores, así que para no exponerme más empecé a cultivar -cuenta-, la decisión me ha permitido evitar el tener que interactuar con el hampa y no fumar marihuana prensada, ni depender del criterio del trafica y sus variaciones de precio y cantidad”.
Su producción le permite estar meses sin tener que comprar a nadie, intercambiar con amigos, probar nuevas variedades y aventurarse en el cultivo de varias especies vegetales.
Su apuesta es la autonomía. El problema para él es que “en la medida en que la opinión pública es manipulada por los medios, sosteniendo que la marihuana es nociva para la salud, se hace más urgente la necesidad de información rigurosa y científica acerca de ésta planta”.
“La mayor cantidad de los informes serios, la marihuana tiene uno de los más bajos índices que los demás embriagantes. Es inocua si la comparamos con el alcohol, las benzodiazepinas o la cocaína” - acusa Juan Pipe- “y como el enfoque aplicado por el Estado es represivo y policial, lo único que se hace es fomentar el consumo clandestino y el surgimiento de un hampa y delincuencia asociada a ello. Existen claros ejemplos, como Holanda, que tiene el más bajo índice de consumo de drogas de Europa. Lo más interesante es que cuando los ingleses ganaron las guerras del opio a los chinos, en las cláusulas del tratado exigieron que el opio siguiera siendo ilegal en China, porque se habían dado cuenta de que cuando así ocurre, los precios de la sustancia son mucho más altos y se fomenta el consumo de alguna manera. Mientras haya consumo va a haber oferta”.
Los propios estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), dan cuenta de que pese a que el fin propuesto en la Convención de Drogas de la ONU, que apuesta para el 2008 "un mundo libre de drogas", lejos de ocurrir esto los índices de consumo van en aumento. El informe, hecho público el 2006, da cuenta por ejemplo, que en Estados Unidos, pese a haber penas de cárcel en la mayoría de los estados por el simple consumo, el porcentaje de población que consume marihuana alcanza el 12,6%. En Canadá es de un 16,8%, en Jamaica, 10,7%; en Inglaterra, 10,8%; en España, 11,3%; en Francia, 9,8% y en Australia, 13,3%. Chile lidera el ranking de consumo de cannabis en Latinoamérica con un 5,6%. ¿Y Holanda? El consumo de marihuana es de 6,1%, el de Extasis, 1,5% y el de Cocaína, 1,1%. Muy por debajo de sus pares europeos, pese a que es el único país que en vez de reprimir el consumo de cannabis ha optado por aceptarlo en los cerca de mil coffee shop existentes en el país de Van Gogh.
A juicio de Juan Pipe, “es absurdo y un error político de la Concertación no haber cambiado el enfoque de esta caza de brujas que existe hacia los consumidores; hacia enfoques donde efectivamente lo que importe sea la persona y su bienestar. Alguien que sea perseguido o encarcelado por consumir no va a dejar de hacerlo, sino que va a generar identidades a partir de esa persecución”
¿Y LAS SEMILLAS?
A Angelo Bragazzi lo despertó un amigo, aquella mañana de mayo para decirle que encendiera el televisor. En la pantalla, el diputado UDI Jaime Orpis, un verdadero adicto a la nicotina, había negociado con las autoridades del canal estatal su hora en el matinal para dar a conocer su "denuncia" acerca de la venta de semillas de cáñamo por internet. A juicio del parlamentario, y posteriormente de El Mercurio, "las semillas que vendía Bragazzi tienen una alta concentración de THC", aberración difundida a todo el país sin que ningún panelista ni periodista de aquella mañana en el estudio o los días posteriores dijera la sensatez botánica de que una semilla jamás ha tenido THC.
Pero la piedra ya había sido tirada y no pasarían muchos días para que la casa de Angelo se viera rodeada por 30 policías de investigaciones, movilizados en 10 autos y que su rostro fuese portada de LUN. Los costos de su proceso ya van en los $50 millones y Angelo acusa interceptación de teléfono, seguimientos a su auto y amedrentamientos por parte de la policía a su esposa.
Pero tenía que pasar. “Esta situación se está desbordando y lo estamos asumiendo cada vez más. El dique, aunque lo engrandezcan o tapen los hoyitos, se va a romper -dice Angelo-. Es un tema de tiempo, porque la pelea la tenemos ganada. ¿Cuál es el escenario de ellos? Resistir. Si los políticos se creen el mismo cuento. ¿Qué tienen? Un fracaso y las viejas soluciones represivas”.
Aún en proceso, anuncia que "si me llegan a condenar lo asumiría, aunque la desobediencia civil no es en absoluto descartable”. Escenario poco probable porque, como supo hace poco, en el trayecto de custodia de la evidencia las semillas que Investigaciones le había decomisado como prueba, simplemente se perdieron.
Carlos y Sandra tienen hijos, trabajan, ven tele y fuman marihuana. Carlos, cultivador desde hace 7 años, confiesa que las marías son su terapia. “Estoy horas en mi huerto y me olvido del mundo. Esto de detenerse en una planta y notar cada etapa de su floración es una cosa poco habitual hoy en día. Además que el ritual de cosechar es muy estimulante”.
Como tienen hijos entre 4 y 17 años resolvieron desde un principio ser honestos. “Desde niños se acostumbraron a nuestros hábitos y la comunicación es mejor. Ninguno de ellos fuma y sé que no tienen en la cabecita nada que les haya sido prohibido, por lo que no van a correr riesgos después si desean alguna vez consumir”, señala Carlos.
Sandra agrega que “al no ser prohibido no es algo que quieran probar, para ellos es normal. Si la puerta que más querías abrir cuando chico era la que te decían que nunca lo hicieras”.
Quien destaca la dimensión política del autocultivo es dr. Floyd, etnobotánico, a cargo del consultorio de la revista Cáñamo. Para él “hay que aprovechar que tengo las herramientas para cultivar cannabis, además de que soy consumidor y tengo gusto exigente". Ya no compra a nadie, desarrolla esquejes, realiza cruces y confiesa haber "adquirido un bienestar mental, una especie de aspirina metafísica" muy estimulante. “Es genial compartir con un amigo un caño de tu propia cosecha y tal acto reafirma la autonomía que nunca debimos haber perdido”.
“Es un derecho básico. Si al final se trata de poder cultivar una planta en el patio de tu casa. En otras épocas quemaban libros, hoy queman plantas”- reflexiona Angelo.
USOS MEDICINALES
Está comprobado que tanto la Cannabis sativa como la índica tienen notables efectos antieméticos en quienes están en tratamiento de quimioterapia. Aunque, eso sí, la variedad índica es de mayor poder anestésico, a diferencia de la sativa, más eufórica. Lester Grinspoon y James Bakalar, médicos autores de Marihuana, la medicina prohibida, señalan que la forma más efectiva de evitar los vómitos y náuseas es fumar una dosis de cáñamo en momentos previos a estos tratamientos.
Un estudio efectuado por la Universidad de San Francisco y dirigido por el doctor Donald Abrams, recomienda el uso de marihuana por vía inhalada o en pastillas con 2,5 gms. de THC en quienes traten el VIH con antirretrovirales inhibidores de la proteasa. El estudio señala que quienes siguen este tratamiento no aumentan la carga viral en su organismo.
Para quienes se interesen en mantenerse al tanto de los estudios médicos sobre el cáñamo la web www.acmed.org actualiza todos los estudios generados en el mundo. Así, difundió el hallazgo reciente de la eficacia de los extractos de cannabis en el tratamiento del dolor neurálgico, estudio llevado a cabo por la compañía británica GW Pharmaceuticals. En octubre próximo se realizará en Viena el 4º Congreso de la Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento.
Otra cualidad del THC, descubierta por científicos norteamericanos cuya misión encomendada era renovar los argumentos científicos contra el cannabis en los '80, es que disminuye la presión intraocular y mejora la circulación sanguínea del ojo, sobretodo en casos de glaucoma ocular. Un reciente estudio de la Universidad de Aquisgrán señala que una sola dosis oral de 7’5 mg de THC, administrado a ocho médicos sanos en un auto-experimento, redujo la presión intraocular (PIO) y mejoró la circulación sanguínea de la retina.
Bruce Cassel, profesor de Química y Farmacia de la Universidad de Chile, e investigador en plantas medicinales, señala que el 9 tetrahidrocannabinol, principio activo de la marihuana, "actúa sobre una serie de receptores que están en todo el cuerpo y en mayor medida en el cerebro. Al activarse se genera el efecto que buscan quienes la fuman: la risa, el aumento del apetito o deshinibición de los primeros viajes”.
Uno de los hallazgos recientes es el denominado Sistema Endocannabinoide. Cassel lo describe como "estructuras muy pequeñas que interactúan con las substancias que tenemos en el organismo y con el cáñamo. Los endocannabinoides las produce el propio cuerpo, las que manteniendo cierta concentración en las terminaciones nerviosas permiten un cierto tono anímico de los circuitos que tienen que ver con la percepción del dolor o del sistema inmune. Por eso los cannabinoides que uno fuma tienen un efecto analgésico, antiemético y reguladores de la presión intraocular". Es decir, por constitución biológica el ser humano tiene todo un sistema cuya función es interactuar con el THC.
MARIHUANA V/S ALCOHOL
Llama la atención que las drogas más problemáticas y causantes de más muertes en Chile, como son el tabaco y el alcohol, con su alta incidencia en enfermedades vasculares, principal causa de muerte en Chile, o el segundo como provocador de accidentes de tránsito, sean las que no están prohibidas.
En palabras del abogado Juan Pablo Hermosilla, "se estima que 25 personas mueren en Chile por causas asociadas al tabaco, por marihuana el índice es 0 persona". Cassel comenta que “se calcula que un 25% de la población adulta en Chile son bebedores problemáticos, con todos los costos económicos que aquello significa al país”.
Según la revista de Carabineros, edición 2007, el 52 % de los actos criminales se cometen en estado de ebriedad. Además, el documento consigna que el 60 % de los homicidios son perpetrados bajo los efectos del alcohol, y que la cuarta causa de muerte a nivel nacional es la cirrosis hepática.
El consumo de alcohol involucra al esófago, el estómago, el hígado y el cerebro, haciendo más daño el alcohol concentrado en el hígado, por su contenido en etanol. "Su consumo crónico produce degeneración de las células hepáticas, acumulación de grasa y finalmente una cirrosis hepática -señala Cassel - y el alcohol deprime las funciones cerebrales, es decir, su capacidad de funcionamiento manifestada en la deshinibición, la pérdida de la capacidad de autocrítica, lo que a uno lo vuelve más sociable y alegre".
Por su parte, “a largo plazo el tabaco genera enfisema pulmonar, cánceres de pulmón o vejiga ; causas de enfermedades y muertes prematuras" -acusa Cassel: "Es una mezcla compleja. Uno de los componentes principales es la nicotina, no por la cantidad, sino por el efecto que es la generación de adicción. Los efectos a nivel psicológico dependen de la manera de fumar, la dosis y la frecuencia. El alquitrán produce los cánceres al pulmón y el enfisema. Si bien el humo de la marihuana es más dañino que el humo del tabaco, ambos producen alquitrán en la quema. Pero el consumidor de marihuana, y esto se probó en una investigación realizada en Jamaica, jamás va a fumar la cantidad que fuma un dependiente del tabaco, por lo que hasta ahora no se han reportado casos de cánceres asociados al uso de marihuana".
Para el químico lo que debiera preocupar a las autoridades es que “las empresas tabacaleras regulan la concentración de nicotina en los cigarrillos para lograr que la gente se vuelva adicta”.
- ¿Se han hecho estudios de eso en Chile?
- No, pese a ser empresas que reproducen esa fórmula comprobada en otros países, como en Estados Unidos, en donde se han realizado juicios por el ocultamiento del hecho de que regulan la cantidad de nicotina para que la gente se vuelva adicta.
Así ocurre con los cigarrillos Light, que según Cassel "contienen menos nicotina y producen menos alquitrán, lo que los vuelve menos satisfactorios. Así, quien fuma estos cigarros fuma más y gasta más plata para mantener su adicción. Es un buen negocio".
- ¿Se han encargado de parte del Ministerio de Salud o el Conace, estudios que den cuenta de cómo opera esto en Chile?
- No que yo sepa, pero si el Instituto de Salud Pública ,ISP, no hace ni estos controles con los medicamentos que llegan a Chile, creo que menos lo harán con los cigarrillos.
Cassel concluye que "la embriaguez alcohólica es depresora, en cambio la embriaguez cannábica está asociada a aumentos de la agudeza auditiva. No se le podría decir que es una pérdida de funciones, sino más bien un modulador de esas funciones"
- ¿Se ha hecho algún estudio en Chile para demostrar los daños fisiológicos que el cannabis provocaría y así justificar con un argumento a partir de la realidad local, la prohibición?
- Creo que no. Pero en otros países hay estudios recientes y confiables que indican que el consumo temprano de marihuana, en cantidades importantes, produce un daño mental y psicológico. Un adulto creo que puede echarse lo que quiera, pero un niño creo que es mejor que debe esperar antes de fumar mucho - sostiene Cassel - Eso sí, que la marihuana no produce dependencia física alguna, aunque hay quienes usan marihuana y se sienten tan bien que la usan como automedicacíon, lo que significa que llevan una vida normal fumándose varios pitos en el día. Así podría hablarse de una dependencia psicológica”.
Mauricio Becerra
Datos
El 90% de los procedimientos policiales relacionados con drogas corresponden a microtráfico
(Fuente: Ministerio del Interior, División de Seguridad Ciudadana)
En el año 2000 los aprehendidos por delitos asociados a la marihuana representaban casi el 70% del total de detenidos por infracción a la Ley de Drogas.
(Fuente: Ministerio del Interior, División de Seguridad Ciudadana)
El 81% de los condenados por tráfico de droga cumple una pena privativa de libertad. La proporción es mayor que la correspondiente a los condenados por Homicidios(68%), violaciones(70%) y robo con violencia(62%).
(Fuente: Estudio empírico de penas en Chile, Fundación Paz Ciudadana, 2001)
Al no establecer la ley un monto para distinguir entre porte para consumo y porte para tráfico, los tribunales terminan estableciendo el monto de corte a partir del cual (hacia arriba) se condena como tráfico: Para marihuana, 25 gr. ; Pasta base, 25gr; Cocaína10gr.
(Fuente: Estudio Empírico de Penas en Chile, Fundación Paz Ciudadana)
El 2005, del total de detenidos por infracción a la ley de drogas, un 38,45% son jóvenes entre 18 y 25 años; un 25,87% tienen entre 26 y 34 años y un 18,8% entre 35 y 44. El promedio de edad de los detenidos es de 29,63 años. En tanto que los menores detenidos promedian los 13-16 años.
(Fuente: Ministerio del Interior, División de Seguridad Ciudadana)
El 2005 la aplicación de la ley de drogas dejó un saldo de 49 lesionados (18 ciudadanos y 29 policías) y el decomiso de 189 vehículos, 2.886 celulares y casi $290 millones en efectivo confiscados.
(Fuente: Ministerio del Interior, División de Seguridad Ciudadana)
"Las leyes -e incluso las convenciones internacionales-no están escritas sobre piedra; pueden cambiarse cuando la voluntad democrática de las naciones así lo desee".
(Fuente: United Nations International Drug Control Programme, World Drug Report. Oxford University Press,1997)
La cantidad de efectivos militares latinoamericanos entrenados por Estados Unidos se incrementó en más del 50% de 2002 a 2003. Gran parte de este aumento está formado por colombianos que son entrenados en el marco del Plan Colombia. (Fuente: Tendencias de los Programas Militares de EEUU para América Latina, 2004. Washington Office on Latin America(WOLA))
Se estima que a lo más, en el mundo se decomisa entre 5 y 15% de la droga circulante.(Fuente: Taylor, Ian: The international drug trade and money laundering: border controls and other issues, en European Sociolegal Review, vol. 8, nº 2, septiembre 1992)
martes, 9 de octubre de 2007
Para todos...
Manifiesto Pacheco
Consideraciones sobre la mariguana y la cuestión de la droga
Para los que son, para los que no son
Y para los que quieren darse un son
Juan Pablo García
1. Para el tizo, grifo o pacheco no hay peor marihuana que la que no se fuma. Aunque la utopía pacheca sea siempre desear viajar con la marihuana pelirroja, su mensaje es: mírame, fúmame y rólame.
2. El uso y consumo de la marihuana en la vida cotidiana de nuestra sociedad capitalista es un secreto a voces. Su mensaje está en todas partes:
· en los camiones guajoloteros: “Para crecer fuerte y sano, fúmate un porro temprano”;
· en las paredes de la ciudad: “Nosotros los marihuanos somos guadalupanos, no pinches comunistas putos”;
· en los conciertos de rock, cuando Alex Lora dice a la banda: “No se olviden de aquel viejo refrán que encierra gran sabiduría: ¡Ojo rojo, corazón contento!”;
· en los mítines frente a
3. La sociedad capitalista, incluyendo México, siempre se ha horrorizado por la contaminación de la “plaga de la droga” en las masas urbanas, olvidándose por completo que si nació y se propagó fue gracias a ella. El consumo en masa de la droga es la expresión de la miseria real y la protesta contra esa miseria real. La farmacodependencia y el narcotráfico son dos invenciones hiper-rentables para el capitalismo utilizadas para garantizar su perennidad. La definición de la droga en la sociedad contemporánea es la represión. Walter Leamy de
4. La represión hacia la droga se manifiesta de la siguiente manera: “Los judiciales buscan la hierba por todos lados buscan el cemento sueñan con cemento ven tiner por todos lados en todos lados encuentran el cemento cada uno de los habitantes de Neza y Anexas (=México) trae hierba y similares los judiciales buscan la hierba los judiciales traen pistola los judiciales pegan con la cacha para los judiciales todo el mundo trae drogas para los judiciales en Neza y Anexas todo el mundo trae drogas…” José Cueli, Neza y Anexas, Diógenes, 1985.
5. Para el estado capitalista el abuso en el consumo de drogas es uno de los problemas de salud más graves hoy en día, pues, en su opinión, el uso propio o impropio de las drogas representa un daño que se hace el hombre a sí mismo y por ende a la sociedad, sin embargo no explican por qué es perjudicial ni tampoco quién determina esto ni sobre qué bases se fundamenta. A
6. La marihuana, la hierba, no es una droga. Esto ya se ha demostrado hasta el cansancio en diferentes países y en múltiples ocasiones por gentes que el Estado capitalista sabe que no son nada tontas, como W.S.Burroughs. La clasificación científica más aceptable de la droga se establece a partir de la diferenciación y las consecuencias del uso y consumo de las distintas clases de drogas:
· Las drogas duras como los estimulantes (anfetaminas y cocaína), los depresivos (narcóticos y barbitúricos) que junto con el alcohol y los solventes (tiner, cemento) son substancias que ocasionan hábito, dependencia física y en consecuencia una vida cotidiana toxicómana completamente regulada por el reloj de la droga.
· Las drogas blandas como los productos y derivados psicotrópicos de la marihuana, el peyote, los hongos alucinógenos que por sus efectos hipersensibles-alucinógenos no producen hábito, ni dependencia física alguna, sino exclusivamente un ligero extrañamiento psicológico.
Pero para la sociedad capitalista todo es droga es droga es droga.
7. La marihuana, el peyote, los hongos y cientos de substancias más han sido utilizadas desde hace muchísimo tiempo por casi todas las culturas como un alimento cosmogónico, de ahí su nombre genérico “las plantas de los dioses”. Su consumo en dichas sociedades tradicionales tiene una representación simbólica, socio-religiosa, es decir, trascendental e iniciática, de identificación colectiva. En la actualidad las sociedades modernas, capitalistas, las ha mitificado al convertirlas en mercancías exóticas, en vulgares mercancías sin esencia ni tradición alguna. Sin embargo su consumo en la actualidad representa un universo de experiencias para millones de individuos, es decir, un horizonte social de identificación psíquica y existencial que los cohesiona. Particularmente el uso y consumo de la hierba posibilita un espacio-tiempo alternativo frente a la alienación generalizada, su terror y tiranía en la vida cotidiana en condiciones capitalistas, pero sobre todo es la expresión de los conflictos individuales ocasionados principalmente por las actuales condiciones de producción capitalista y por la realidad obscena, vacía y fría que origina el consumo alienante.
8. Fuera de la banda pacheca nadie se quiere balconear con la discusión de la cuestión de la droga en la sociedad capitalista actual, a excepción de dos entidades de la sociedad gandalla que son completamente anti-droga y principalmente antipachecos: en primer lugar se encuentran las instituciones duras encargadas de la salud y seguridad pública: Procuraduría General de Justicia,
9. No hay revolución sin marihuana, esta tesis es intrínseca a la historia de México y su futuro próximo, recuérdese el popular y alegre corrido de
10. Si hay marihuana sin Caro Quintero, muy bien puede haber marihuana sin capitalismo, sin sus drogas blancas duras y frías; sus burocracias narco-terroristas enloquecidas por reafirmar sus imágenes de poder para controlar a la población entera y particularmente la que usa y consume drogas. El Estado utiliza la droga para fortalecerse. El narcotráfico es sólo una cara de la moneda, pues, como escribió Monsiváis: “Hacemos todo el dinero del mundo, y además, no somos transitorios, lo nuestro dejó de ser ilegal al aliarse con nosotros los encargados de la legalidad” (El Narco del Triunfo).
11. Los pachecos nos amamos tanto que ya nos cansamos de que el Estado, los mass media y las instituciones reaccionarias, sigan utilizando a la hierba como un símbolo de opresión, basados en falsas concepciones sobre ella. Rechazamos su ignorancia, sus tácticas anti-colectivas, la tiranía médica-jurídica-carcelaria, mecanismos sostenidos para mantener en el anonimato y la pasividad a la población toxicómana.
12. Los pachecos consideramos que el uso y consumo de marihuana es un hecho que no se debe sancionar socialmente. Clamamos cotidianamente por la desaparición de
13. La población toxicómana odia el mercado que se hace con la hierba y también las variantes de ese mercado: el mercado negro capitalista, ilegal, y el mercado blanco estatal legal. Pugnamos por la abolición de todos los mercados. ¿Quién va a comprar algo que puede ser gratis?
14. Los pachecos somos los primeros interesados de luchar porque la población se descuelgue de las drogas duras como el cemento, el alcohol. Nos oponemos a que se siga manipulando a la población con el moderno opio del pueblo: las loterías nacionales, deportivas o astrológicas, instrumentos narcotizantes para soportar la explotación redoblada en la sociedad capitalista en crisis.
15. Los pachecos nos oponemos a los cínicos, espectaculares y gandallas intentos del Estado capitalista en su combate estéril para solucionar el problema de la toxicomanía social y evadir olímpicamente la discusión de la cuestión de la droga en general. Problema y cuestión que no es que no quieran sino que no pueden. ¿Luego qué van a hacer? No más delincuentes, ni mucho menos enfermos. Perderán el control de las conciencias de las masas urbanas.
16. El uso y consumo de hierba debe ser un acto de libre conciencia ante el control lobotomizador utilizado por las instituciones y los mass media. Rechazamos las imágenes de poder que le han sido impuestas, e igualmente rechazamos la libertad psicológica del viaje, deseamos la auténtica emancipación generalizada.
O el blog de los placeres verdes
Cannabis (droga)
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El cánnabis es una sustancia psicoactiva tomada del cáñamo (Cánnabis sativa o ‘cáñamo cultivado’; Cannabis indica o ‘cáñamo de la India’). A sus flores (o cogollos) se les llama en la jerga marihuana, y en su forma resinosa se llama hachís.
Tabla de contenidos[ocultar] |
Consumo [editar]
Se trata de una sustancia psicoactiva que se suele consumir por vía respiratoria, en forma de cigarrillo, aunque también es posible su consumo por vía oral sazonando con cannabis.
La marihuana o cáñamo se presenta en diferentes formas. La más conocida son las flores secas y enteras (los cogollos de las plantas femeninas). Existe también aceite de cánnabis, en inglés honey oil (‘aceite de miel’) , que es un concentrado cuya extracción generalmente implica el uso de disolventes como el alcohol y filtrados con carbón activo, lo cual potencia los efectos, al estar más concentrada.
Una variedad manufacturada de la marihuana es la resina, que se llama hachís (que en árabe significa ‘hierba seca´), que se obtiene mediante la extracción de los tricomas, normalmente secada y cortada en bloques de color marrón bastante oscuro y levemente verdoso y del que también existe una variedad líquida o hash oil (‘aceite de hachís’).
La forma más usual de consumo es en forma de cigarrillo liado a mano: en estos casos se usan directamente los cogollos, secos y desmenuzados, o bien el hachís mezclado con tabaco rubio. Otros métodos incluyen el uso de pipas comunes y de narguiles o cachimbas (pipas de agua) para fumar el cánnabis mientras se enfría el humo o en el caso de los bongs quitando el alquitrán o las impurezas no deseadas.
El Cánnabis se usa también en la cocina, para la preparación de recetas como space cake ('torta espacial') o hash brownies ('bollos con hachís'). La ingestión por vía oral debe ser siempre bien medida, ya que de esta forma se ingresa más porcentaje de THC que fumado o vaporizado. Además, al ser ingerido, el THC pasa por el hígado antes de llegar al cerebro, teniendo leves cambios en el hígado, que convierten al THC en otra sustancia distinta, con más poder psicodélico y que puede provocar ataques de pánico en personas susceptibles a ello. También puede ser tomado disolviéndolo en copas de café, creando así un bhang (del hindi).
La posología es variable, como es natural, y depende del género consumido y de la persona, si bien algunos expertos en su consumo informan que no se registra intoxicación letal alguna (ni siquiera intoxicación aguda) por vía respiratoria. La intoxicación aguda por vía digestiva requiere grandes cantidades del producto.[1]
Síntomas y efectos derivados del consumo [editar]
La literatura acerca de los efectos psicoactivos del cánnabis no es unánime, y la descripción de los síntomas que produce su consumo, así como la valoración de las consecuencias a corto, medio y largo plazo varía enormemente en función de la actitud general que se toma ante esta droga. Así mismo, el análisis de tales posiciones debe inscribirse en la polémica prohibición/legalización (o derogación de la prohibición) que rodea a esta substancia psicotrópica y a otras. Desde esta perspectiva, los supuestos efectos negativos descritos son discutidos por la experiencia cotidiana de aquellos consumidores que tras largos periodos de consumo habitual no ven su salud afectada.
Los efectos subjetivos inmediatos varían dependiendo de las expectativas del sujeto, de la concentración del principio activo y del ambiente en que la sustancia sea consumida. Los efectos suelen aparecer de manera inmediata, y alcanzan su apogeo a la media hora y terminando en aproximadamente dos horas.
Según los defensores del consumo de marihuana, no sería una droga solamente euforizante, si no más bien visionaria, y en ocasiones los sujetos describen estados de exaltación. Como norma general el sujeto se ve envuelto en un estado de ensoñación placentero. El tiempo subjetivo se ralentiza y la memoria a corto plazo empeora. Quienes defienden su consumo recreativo[2] afirman que los colores, los sonidos y las percepciones espaciales pueden distorsionarse y “mostrar aspectos de lo cotidiano hasta el momento desapercibidos”. El apetito aumenta, los colores pueden parecer más brillantes, los sonidos más intensos. La marihuana generalmente alivia la tensión y aporta una sensación de bienestar en muchos de los que la consumen; aunque en otros casos la experiencia es desagradable, y el sujeto puede padecer náuseas o reacciona vomitando (sin que por ello se reduzca así el principio activo), en cuyo caso la experiencia, lejos de ser buena, resulta altamente negativa y el sujeto no vuelve a probar la sustancia. Otro efecto es la generación de suspicacia hacia uno mismo. Desde un punto de vista social, produce desinhibición e hilaridad, aunque los estados de ánimo tienden al contagio y puede provocar silencio general y amodorramiento, siendo utilizada también para las actividades sexuales o la introspección.
El cánnabis es psicoactivo, esto quiere decir que cambia el funcionamiento del cerebro, dependiendo de la cantidad de THC contenida. Puede inducir a la sociabilidad, así como al recogimiento; de cualquier manera, puede generar la sensación de incremento de la percepción visual y auditiva, dependiendo de la variedad e incluso de la planta en concreto ingresada al organismo. En general se admite que los efectos de dicha sustancia se adaptan a las expectativas del sujeto.
Los autores críticos con el consumo de esta sustancia afirman que las personas que consumen grandes cantidades de marihuana pueden volverse confusas y desorientadas. Según sus detractores puede desarrollar una psicosis tóxica[cita requerida], no sabiendo el sujeto quién es, dónde está o qué hora es. Los esquizofrénicos están especialmente predispuestos a estos efectos, sin embargo no existe probada evidencia [cita requerida] de que la esquizofrenia puede empeorar con el uso de marihuana. En este sentido, científicos australianos han investigado la relación entre la conducta neuropsicológica y el consumo de cannabis en esquizofrénicos, y han concluido que el uso de cannabis en la esquizofrenia está asociado a una mejoría del funcionamiento cognoscitivo. Según sus detractores los consumidores de marihuana son más propensos a presentar anhedonia, desorganización cognitiva e impulsividad-agresividad, algo que rara vez coincide con la realidad y la experiencia de los usuarios de esta droga; Ocasionalmente, pueden producirse reacciones de pánico, sobre todo en los consumidores noveles[cita requerida]. Otros efectos incluyen taquicardia y boca seca.
Una característica de los efectos del consumo de psicotrópicos como la marihuana es el conocido como síndrome amotivacional, estudiado primeramente por R. H. Schwartz[3], caracterizado por abulia, apatía, pasividad, indiferencia o irritabilidad, dificultad atencional y fatigabilidad fácil.
El consumo intenso y prolongado de marihuana puede tener efectos similares al del consumo de cigarrillos sobre los pulmones. Es frecuente la bronquitis y los enfisemas. Otros autores también advierten de que se incrementa el riesgo de cáncer de pulmón, pero al no contener alquitrán el riesgo es notablemente inferior que el del cigarrillo estándar.
Cuadro adictivo [editar]
Nuevamente existen discrepancias en los análisis acerca del potencial adictivo de esta sustancia. Quienes realizan análisis mas sombríos afirman que algunas personas devienen dependientes de la marihuana por razones psicológicas. Los estudios de Nettler y Hyman (2001) demuestran que la periodicidad y cronicidad del consumo de substancias psicotrópicas como las presentes en la marihuana provocan una alteración sobre la neuroplasticidad cerebral, afectando especialmente al circuito de recompensa y reforzamiento cerebral.
Una periodicidad mensual (el sólo fumar un “cigarrillo de marihuana” por mes) alcanza para que se ocasionen alteraciones estables y crónicas, muchas veces esto provoca el aumento de los efectos paradojales ante el suministro de benzodiazepinas. La abstinencia es un cuadro altamente complejo en el cual se encuentran intercorrelacionados síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales constituyendo un registro subjetivo. Este estudio presenta graves deficiencias metodológicas y ha sido ampliamente criticado.
La postura antiprohibicionista afirma que si bien el consumo de marihuana desarrolla tolerancia, es decir, que en posteriores tomas inmediatas es necesario aumentar la dosis para conseguir los mismos efectos, los efectos de la abstinencia son muy leves en comparación con otras drogas, lo que permite revertir esa tolerancia y hacer que el consumo de marihuana sea controlable por el sujeto, siendo su potencial adictivo escaso.[4] Desde esta perspectiva también se afirma que la dependencia física de la marihuana no ha sido demostrada de modo fehaciente, y que al igual que el alcohol, la marihuana puede ser usada de modo intermitente por muchas personas sin que les cause una disfunción aparente social o psicológica, ni tampoco adicción, incluso después de treinta años de consumo diario.
Permanencia en el organismo [editar]
Si bien los efectos de la marihuana duran unas horas, los resultados de la detección de marihuana en los análisis de orina permanecen positivos durante varios días después del consumo, incluso en consumidores ocasionales. En los consumidores habituales, los resultados de los análisis pueden permanecer positivos más tiempo a medida que el Tetrahidrocannabinol se va eliminando lentamente de la grasa corporal. El tiempo que tarda es variable, dependiendo del porcentaje de THC y de la frecuencia del consumo. Los análisis de orina son un medio eficaz de identificar el uso de marihuana, pero una prueba de orina con resultado positivo sólo indica que la persona ha consumido marihuana, no prueba que el consumidor esté en ese momento con las facultades alteradas. Análisis sofisticados pueden determinar hasta tres meses después si se ha consumido marihuana.
El THC es soluble en grasa (liposoluble), por lo que la eliminación del organismo es mucho más lenta que los componentes solubles en agua (como el alcohol). Estudios realizados por el Dr. Gabriel G. Nahas, un autor claramente prohibicionista, en ratas mostraron que el THC podía demorar hasta 8 días en salir del organismo, si bien los efectos fuertes sólo duran unas pocas horas. Además, al ser liposoluble, el THC suele depositarse en zonas ricas en grasa, como el cerebro, el hígado y las gónadas. Algunos estudios indican que un largo consumo de éste componente pueden ocasionar problemas en dichas zonas (como impotencia, pérdida de memoria, etc.). Pero, como en casi todo, hay opiniones contrarias sobre el tema. Para más información sobre la postura prohibicionista consultar las investigaciones del Dr. Gabriel Nahas.[5].
Otros efectos [editar]
Uno de los efectos secundarios más conocidos es el incremento del apetito momentos después de ser dosificado, incluyendo una necesidad de azúcares y alimentos dulces. Este efecto es aprovechado, por ejemplo, en los enfermos de quimioterapia, a los que les retira los vómitos y devuelve el apetito. La marihuana o el hachís (principalmente este último, más aún si es de calidad mediocre) puede producir efectos no deseados en el consumidor que pueden hacerlo sentir emocionalmente mal. Los factores que conllevan que esto ocurra dependen de la estabilidad emocional del mismo y de las cantidades y calidades de las sustancias que consuma, así como del tiempo que se tarde en hacerlo.
Otro efecto secundario conocido es una ligera pérdida de la memoria a corto plazo[cita requerida]. La memoria en sí no se ve afectada, horas o días después se recuerda todo lo olvidado bajo los efectos del Cánnabis. Si se usa en combinación con bebidas alcohólicas puede producir náuseas. El consumo prolongado e intenso, según algunos estudios, provoca una pérdida en la capacidad de aprendizaje, memorización y en la capacidad de fijar la atención.[6].
Los efectos a largo plazo de la marihuana requieren más estudios, pero algunos afirman que cuando se fuma en la forma de resina (hachís) mezclada con tabaco, el alto contenido de alquitrán de éste puede incrementar el riesgo de cáncer de pulmón, en verdad el riesgo de cáncer pulmonar resulta siempre mayor que el producido por el tabaco a causa de la mayor retención pulmonar del humo con componentes carcinógenos que posee la marihuana. Por supuesto, dicho riesgo de cancer pulmonar sería solo si se fumase en las mismas cantidades en que un fumador fuma tabaco, extremo éste dificilmente alcanzable.
Uso médico o terapéutico [editar]
Actualmente se investigan los usos médicos de la marihuana para diversas enfermedades, lo que ha generado, de nuevo, cierta polémica. Sus defensores afirman que hay evidencias según las cuales es beneficiosa para eliminar las náuseas de la quimioterapia y, en el tratamiento contra el sida, su efecto estimulante del apetito ayuda a combatir la inapetencia. También puede ayudar a reducir la presión de los fluidos en los ojos asociados al glaucoma. Hay numerosos estudios que han demostrado que puede ayudar a reducir el miedo y los temblores de la esclerosis múltiple. Otras visiones más restrictivas afirman que actualmente existen tratamientos y medicaciones, siempre legales, para las afecciones más eficientes que los que se puedan lograr con marihuana, si bien los críticos argumentan que esa mayor eficiencia no ha sido probada ni contrastada por la comunidad científica.Una investigación llevada a cabo por la Universidad Complutense de Madrid ha demostrado que el cannabis puede tener efectos muy beneficiosos contra el cáncer. El principio activo del hachís se ha mostrado capaz de acabar con las células cancerígenas, de matarlas, y al mismo tiempo mantener vivas las que están sanas[cita requerida].
Aspectos sociales y uso recreativo [editar]
El consumo de cánnabis está altamente extendido y su uso aumenta y disminuye por épocas [cita requerida]. La tolerancia social y estatal a su consumo varía también de un lugar a otro (véase Aspectos legales del cannabis). Desde diversas instancias se viene reclamando la liberalización del consumo de cánnabis. A una crítica hacia los estudios que demonizan el cánnabis (argumentando que los informes médicos presentados son sesgados e inexactos, y que sus efectos son en conjunto beneficiosos) se suma una corriente de opinión (en la que destaca el escritor español Antonio Escohotado) que afirma que su prohibición es un atentado contra la libertad de elección del ciudadano responsable y una forma de control estatal sobre el individuo[7].
Legalidad [editar]
La marihuana fue criminalizada en casi todo el mundo a comienzos del siglo XX.
En Gran Bretaña, el cánnabis fue ilegalizado en 1928 tras adherirse a la Convención Internacional del Opio que se acordó en Ginebra (Suiza) en 1925.
En Estados Unidos, el 12 de agosto de 1930 fue creado el Federal Bureau of Narcotics. El mismo estaba bajo la dirección de Harry J. Ansliger. Este departamento creó leyes para penalizar la transportación, posesión y consumo de marihuana. Una de estas leyes fue el “Marihuana Tax Act” en 1937. Esta ley no estaba dirigida al uso medicinal de la marihuana sino a su uso recreativo. Pero esta ley hizo difícil el uso medicinal de la marihuana por la gran cantidad de papeles que se les requería a los médicos que la quisieran recetar a sus pacientes. En 1942 en plena Segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense publicó una propaganda con el lema "Hemp for victory" (Cannabis para la victoria) dirigida por Raymond Evans. Era una campaña para que los agricultores cultivaran cannabis; el mismo gobierno que años antes la prohibía se encargó de distribuir semillas a los habitantes agrícolas de esa época con el fin de creación de cáñamo téxtil.
Las leyes suelen contemplar penas por tráfico, cultivo o posesión para consumo propio. La dureza de las penas varían según el país. Holanda es el único país de la Unión Europea donde se permite legalmente la venta de marihuana y sus derivados en locales con licencia denominados coffee shops (cafeterías).
En muchos países la policía ejerce su autoridad interceptando o confiscando cargamentos ilegales que se transportan como contrabando, e incluso pequeñas cantidades que puedan ser consideradas para consumo propio. No obstante, en ocasiones son las propias fuerzas policiales las que se ven implicadas de alguna forma en la venta ilegal y el narcotráfico de sustancias ilegales.